Cuando se produce una separación, divorcio o se establecen unas medidas paternofiliales, siempre se debe determinar cuáles son los gastos que tiene que afrontar cada progenitor en relación con los menores. Prácticamente en cualquier sentencia o convenio regulador en materia de familia vienen establecidos dichos gastos con mayor o menor detalle.
Sin embargo, el Tribunal Supremo ha tenido ocasión de pronunciarse sobre una situación concreta que suele darse con bastante frecuencia: nos encontramos ante dos progenitores que residen en localidades distintas. Teniendo esa base, la custodia compartida está descartada ya que, a pesar de ser el tipo de custodia mayoritaria, uno de los requisitos que siempre se ha exigido por la jurisprudencia es la cercanía entre los domicilios de los progenitores.
Pues bien, en el caso examinado por el Tribunal Supremo, el padre residía en Córdoba y los menores y su madre en Badajoz, estableciéndose un régimen de visitas a favor del padre y teniendo por tanto la madre la custodia exclusiva de los menores. Teniendo en cuenta el largo desplazamiento que debía hacer el padre para ver a sus hijos, se plantea quién acarrea con los gastos de tales desplazamientos, si el padre en tu integridad o a medias por ambos.
En este caso el Tribunal Supremo determina que esos gastos deben ser asumidos por mitad por ambos progenitores. En concreto señala que los dos "son profesionales, la diferencia de sus ingresos no es radicalmente sustancial, y no se fija a cargo del padre una pensión de alimentos menor atendiendo al dato de que asuma los desplazamientos. En definitiva, no se invoca ningún argumento que justifique que el padre deba asumir un mayor esfuerzo para hacer efectivo el régimen de estancias y visitas fijado”.
Por tanto nos encontramos con una sentencia de especial relevancia para estos casos, siendo el Derecho de Familia uno de los sectores donde la jurisprudencia es clave para establecer los parámetros a seguir ante las circunstancias más sencillas que suceden fácilmente en el día a día.
