Lo primero que nos preguntamos ante este Título es: ¿Qué es una "casa nido"?
Pues bien, lo primero que hay que tener claro es en qué espacio nos movemos: tras la separación de una pareja, los progenitores deciden (o el Juzgado acuerda) establecer una custodia compartida a favor de los menores en la cual los hijos pasarán un periodo de tiempo igual con cada progenitor. Ante este intercambio de cuidador, se plantea la duda de qué ocurre con el uso de la vivienda. Una de las opciones que ha sido planteada por los Juzgados es la denominada "casa nido": los menores permanecen en su hogar familiar mientras que son los progenitores los que van rotando y alternando su estancia en la misma por semanas o quincenas.
Esta modalidad ha sido acordada en varias ocasiones por los Juzgados al entenderse que así se protegía mejor el interés superior del menor como principio máximo a la hora de tomar decisiones en este ámbito. Sin embargo, no todo son ventajas: ya ha habido algunas críticas a esta medida ya que supone un gran desembolso económico para ambos padres tener que mantener en todo caso dos viviendas. Además es necesario establecer una serie de pautas de convivencia para el día a día podría llegar a afectar a la esfera personal de los progenitores, ya que lo que precisamente quieren es desvincularse por completo de su anterior pareja.
Como en todos los procesos de familia, es necesario estudiar cada caso concreto para tomar la mejor decisión en el asunto.