La estrategia que evitó el litigio

Un nuevo caso real demuestra que nunca es demasiado tarde para evitar el desgaste de una sentencia contenciosa. Mi intervención se centró en la mediación estratégica justo en el umbral del juicio, logrando un acuerdo completo de medidas paterno-filiales y blindando la estabilidad de los menores.

Tras la presentación de la demanda, mi cliente finalmente se enfrentaba al procedimiento judicial de medidas paterno-filiales tras 9 meses de espera. Aunque existía una base cordial, la ruptura había generado tensión, impidiendo un acuerdo sobre la guarda y custodia, el régimen de visitas y los alimentos para sus dos hijos menores en el momento inicial. 

A pesar del transcurso del tiempo, nunca perdimos la esperanza de poder llegar a un acuerdo que nos salvara de la celebración del juicio. Por eso mi valor añadido en este caso fue aplicar una mediación concentrada en el último momento: 

 

Anticipación y presión: En la antesala de la vista, me enfoqué en mostrar a ambos progenitores los beneficios de poder llegar a un acuerdo sobre las medidas de los menores y así poder evitar someter a criterio del juez asuntos sobre los que cabía llegar a un punto medio.

 

- Enfoque profesional: Utilicé mi experiencia para prever los criterios que aplicaría el juzgado, lo que me permitió diseñar un acuerdo que era más favorable y más estable para ambas partes que una posible sentencia contenciosa.

 

Resultado inmediato: La estrategia funcionó: ambas partes manifestamos haber llegado a un acuerdo justo antes de entrar en la Sala de vistas, lo que permitió a la Jueza ratificar y aprobar las medidas consensuadas.

El acuerdo alcanzado in extremis no solo evitó el juicio, sino que estableció un régimen de guarda y custodia para mi cliente, se pactó un régimen de visitas a favor del otro progenitor con el que también estuvo de acuerdo y blindamos días clave como el disfrute de los puentes, las vacaciones de verano y un régimen detallado para las Navidades y la Semana Santa.

El principal logro fue la rapidez y el ahorro tanto de costes como de desgaste emocional. La sentencia simplemente ratificó un acuerdo bien negociado y sin pronunciamiento en costas, lo que significó un cierre rápido para la familia.

Este caso demuestra que siempre hay margen para un acuerdo inteligente. Mediar eficazmente puede cambiar el rumbo del proceso incluso en el último momento.

Garantía de paz familiar: la estrategia jurídica que convirtió una ruptura conflictiva en un acuerdo de custodia óptimo.

Mi experiencia en Derecho de Familia me ha demostrado que la separación de una pareja, máxime cuando tiene hijos, es un momento de gran vulnerabilidad e incertidumbre. El miedo principal es siempre el mismo: ¿Cómo proteger a los menores del conflicto y asegurar su estabilidad?

Este caso de éxito demuestra que, con mi intervención legal directa y personal, es posible lograr un acuerdo de custodia que garantiza la continuidad y el bienestar del menor, teniendo en cuenta el cambio de residencia que tuvo lugar en este caso.

1. El reto: el cambio de domicilio.

Mi cliente había tomado la decisión de romper su relación sentimental y trasladarse con su hijo a otra localidad donde había encontrado un empleo, lo que implicaba además un cambio de comunidad autónoma. El desacuerdo con el otro progenitor se centraba en la residencia habitual de su hijo menor y el régimen de visitas, por lo que me tuve que concentrar en encontrar un régimen de custodia que pudiera convencer a ambas partes.

Mi meta por tanto eran establecer unas medidas paterno-filiales en las que pudiéramos llegar a un acuerdo, que fueran estables y respetuosas con las necesidades del menor y la vida laboral de sus progenitores.

2. Mi estrategia jurídica: mediación y visión a largo plazo.

Desde el primer momento me puse en contacto con el abogado contrario para poder llegar un acuerdo en el que ambos progenitores estuvieran de acuerdo, siempre priorizando el interés superior del menor. Tras una intensa negociación conseguí la guarda y custodia exclusiva para mi cliente con un régimen de visitas amplio para el otro progenitor que le permitiera disfrutar de su hijo sin que la distancia pudiera suponer un impedimento.

Al conseguir un convenio regulador confirmado por ambos progenitores y centrado en el interés superior del menor, logré disolver tensiones y obtener la firma de un acuerdo extrajudicial en un corto periodo de tiempo.

3. El éxito: estabilidad y celeridad sin desgaste judicial. 

El resultado de mi intervención fue la presentación de un acuerdo de medidas paterno-filiales que fue avalado por el Ministerio fiscal y ratificado por el juez, evitando un proceso contencioso que habría tenido un mayor desgaste emocional para los progenitores.

Mi cliente no solo obtuvo un acuerdo con la custodia exclusiva a su favor sino que además consiguió una solución que blindó legalmente la estabilidad del menor y permitió a los progenitores pasar página de forma respetuosa y funcional.

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Si te encuentras en una situación de ruptura y temes por el futuro de la custodia de tus hijos, no dejes que el tiempo corra en tu contra y contacta con mi despacho.

 

"Con la ayuda de Cristina, pudimos dejar de discutir sobre la custodia y empezamos a centrarnos en coordinar la educación de nuestro hijo. La rapidez y claridad del acuerdo fueron cruciales." (Testimonio Anónimo del Cliente).